Episodio un poco raro pero muy
divertido de Masters o sex el que se
pudo ver ayer en Canal+ series.
Grandes momentos cómicos al hacerse Bill
con un libro para labrar amistades e intentar aplicar sus “descubrimientos”
siempre que puede. No creo que este nuevo Bill que procura complacer y hacer
que a quien quiere se sienta importante dure mucho, pero sí que ha tenido un
par de detalles interesantes tanto con Virginia, a quien admira en tantos
sentidos, como con su vecino que ha sufrido una terrible desgracia.
Si la semana pasada no cabía en
mí de gozo con la reaparición de Beau
Bridges, ahora ya sí que eclosiono al ver a la grandísima Allison Janney de nuevo con su
personaje, cosa que deseábamos todos desde la semana pasada y ver al Dr. Barton
Scully.
La reflexión de la semana es algo que no se ha tocado en la serie tanto
como pudiera pensarse: La relación entre amor y sexo. A día de hoy sabemos
que pueden darse juntos o por separado, pero llegando más allá puede haber
casos en los que hay que ver por qué se dan por separado o no se pueden dar el
uno sin el otro. Lo que está claro es que cada caso como cada persona es un
mundo, algo digno de consideración.
El problema al que se enfrentan
ahora Bill y Virginia es cómo conseguir
que el libro se venda más, cómo evitar los problemas de timidez en las
librerías. Una gira de promoción no parece ser lo mejor para Virginia, quien
tiene ya bastantes problemas con su familia como para hacer frente a eso. Yo lo
que me muero por saber es cómo va a
acabar la pobre Tessa, hija de la psicóloga, cuya vida está patas arriba y
se está entrando en una espiral de
descontrol que terminará por estallar.
Quiero terminar volviendo al
principio, al tema de Bill y su libro de
autoayuda más propio de alguien que no tenga su formación como se puede ver
en una graciosísima escena del episodio en la que le cazan usando palabras del
texto. Me ha gustado mucho ya que yo he de reconocer que detesto la psicología
de tercera o las frases de Paulo Coelho para Facebook o Whatsapp.