El título del episodio es ya toda una declaración de
intenciones, voy a peermitirme ponerme friki: Battle
Royale es una película de culto japonesa de acción y violencia extrema dirigida por Kinji Fukasaku con la
participación del gran Takeshi Kitano. Se basa en la novela del mismo nombre,
se estrenó en el año 2000 y posteriormente sería “copiada” en cierta medida y a
lo americano en el peor sentido del término en Los juegos del hambre. En la película veríamos por primera vez el
homenaje a Bruce Lee por medio del famoso chándal amarillo que posteriormente
utilizaría Uma Thurman en Kill Bill, además Tarantino usaría para su película a
una de las actrices principales de Battle
Royale, Chiaki Kuriyama, para el carismático personaje de Gogo Yubari.
Ya está, ya me he
quedado tranquilo. Sigamos con lo que es el episodio.
El final del anterior capítulo había
quedado en alto con Iris y Liz
entrando a la habitación de la Condesa disparando
sin miramientos y sin piedad. El regreso no ha defraudado con múltiples
giros de guion, mucha violencia,
mucha sangre y hasta una conexión con la tercera temporada de la
serie. Si bien hay una cosa que no me ha gustado por un punto de inflexión
claro que perjudica a uno de mis personajes favoritos, me quedo totalmente
perplejo incapaz de imaginarme cómo va a acabar, en qué va a derivar la serie
en el último episodio.
A partir de aquí un
breve resumen con spoilers, que no
siga leyendo el que no lo haya visto o el que no quiera tener pesadillas.
La duquesa,
afortunadamente sobrevive al atentado
gracias a Sally, quien la quiere para ayudarle a recuperar a recuperar a
John, y también gracias a sus pequeños convertidos quienes dan su sangre y su
vida para que ella se recupere. Paralelamente uno de los daños colaterales del
atentado es la muerte de Donovan al
intentar salvar a su amor, afortunadamente se
reconcilia con su madre antes de morir y consiguen sacarlo del hotel para
que su alma no vague por esos pasillos eternamente.
¿Qué hacer ahora
para acabar con la duquesa? Acudir a Ramona,
quien sedienta de sangre escucha la
proposición de las dos entrañables y extravagantes “máquinas de matar” para
terminar con una debilitada duquesa. Tras alimentarse de algunos inquilinos del
hotel y de Queenie, la bruja a quien no se puede dañar al ser un
muñeco de vudú viviente pero que es derrotada por el fantasma de James
March (fantástico giro), llega el enfrentamiento final entre Ramona y la
Condesa. El gran duelo. Un duelo lleno de seducción y de interpretaciones
fantásticas. Insisto en el gran reparto de esta serie, la bella mujer sin
edad, Angela Bassett, y la revelación del año a nivel interpretativo, Lady
Gaga, se salen en esta escena.
El duelo de seducción |
Hago un pequeño break para contar la historia que descubrimos y que
teníamos pendiente sobre cómo ese misterioso
demonio acecha a Sally.
Ella a comienzos de
los noventa acudía al hotel a consumir heroína, venderla, practicar sexo... por
esa época un dúo de músicos entablan una estrecha relación artística con ella y
se siente de verdad querida y apreciada. En medio del éxtasis de un trío lleno de drogas decide atarse
literalmente a ellos, sin embargo lo hace con demasiada eficiencia y
tolerancia a las drogas mientras los
otros perecen de sobredosis. No
puede moverse, separarse de esos cadáveres y en ese tiempo aparece el espíritu
que la acechará por siempre y la tortura durante días. Finalmente escapa
forzando las costuras y arrancándose piel en el desastre dermatológico-textil,
donde intuimos los peores desgarros en pezones y quién sabe dónde más.
De vuelta al gran
duelo, la Condesa vuelve a salirse con
la suya gracias a su seducción, no hay quien se resista a ella. Tras besos,
amenazas y negociaciones el acuerdo está hecho, una abandona el hotel ya
cansada del mismo y la otra se lo queda. Ahora
llega la sorpresa, ¿la cuento? En serio, si alguien no lo ha visto que no
continúe a partir de aquí.
La Condesa dejando el hotel |
Cuando la Condesa
va a abandonar el hotel el detective John
Lowe termina definitivamente el trabajo del asesino de los diez mandamientos
con la victima dedicada al “no matarás”. La cabeza de la rubia
bebedora de sangre termina en una vitrina y su alma encerrada podrá acompañar a
March en todas las veladas. La Condesa ha perdido, ¿consentirá perder? No sé
qué pasará en el último episodio pero algo ha de hacer.
Por último sale a
la luz cómo March cree que se ha
hecho justicia ya que según él su esposa
fue quien le delató a la policía, sin embargo se descubre que fue Miss Evers enamorada de él. El difunto asesino la
destierra de su vista para siempre.
Gran episodio.
Eduardo Iribarren (@Eduarlittle)
No hay comentarios:
Publicar un comentario