jueves, 16 de julio de 2015

Regreso a lo grande de Masters of Sex

Esa sensación de cosquilleo por dentro, de querer ver más, y no hablo del tema de estudio de los protagonistas de la serie, aunque se parece a ese tipo de tensión. Esa sensación es lo que se siente después de ver un episodio realmente bueno sea de la serie que sea. En esta ocasión mis expectativas estaban abiertas a todo, pero no me esperaba tanto. Escribo de manera subjetiva justo después de haberlo visto, apenas he tenido tiempo de digerirlo. Y es que con los ingredientes que contiene, la digestión será agradablemente lenta pero no pesada.

Tras una primera temporada más que notable y una segunda floja se veía venir un subidón. La serie, que relata el desarrollo del trabajo de Bill Masters y Virginia Johnson, estudiando el fucionamiento y las características de la sexualidad humana en profundidad (quienes enseñaron a América a amar tal y como rezaba la primera temporada), funde por fin de nuevo, tras varios intentos fallidos en la segunda temporada, la vida familiar y su estudio con éxito. Con los personajes más desarrollados puede que haya sido más fácil, no sé. El caso es que es cierto que ha habido que atravesar una pequeña travesía por el desierto para que nos vuelva a parecer verosímil. Se puede decir que han conseguido ese "toque Mad Men" integrando individuo, trabajo y família. Nada fácil, así que mi enhorabuena.

Tarde o temprano había que mencionar Mad Men ya que Masters of Sex mama mucho de esa serie. Evidentemente al ser los mismos años, la caracterización y estética han de ser muy parecidos. También se valen descaradamente de momentos históricos para darles carácter narrativo, incluso yo creo que uno de los motivos por los que esta serie llegó a lanzarse fue por el éxito de la de Don Draper. De hecho puede que esta sea una versión más comercial ya que añade lo que la otra evitaba deliveradamente: las escenas de sexo explícito. Puede que hasta hayan pecado de ello, de ahí las recientes declaraciones de Lizzy Caplan reivindicando el lado menos sexual de su personaje. Esto es difícil dado la sensualidad de la actriz, si bien es cierto que el personaje de Virginia es para mí el más interesante. También debo confesar que a mí ya me llamó la atención esta chica cuando pudimos verla en algunos episodios de la primera temporada de New Girl, así que tengo debilidad.


Centrándonos en los actores, no sé qué ha pasado que el trío principal, Michael Sheen, Lizzy Caplan y Caitlin Fitzgerald están excepcionales. Bill ha dejado de ser tan mojigato y estrecho manteniendo sus ciertas dificultades sociales y su cuadriculada laboriosidad. Virginia se mantiene más en su línea. Continua siendo fuerte y decidida para seguir con sus estudios aunque ahora se enfrenta a dos hijos adolescentes en edad de ser sexualmente activos. Por su parte Libby, en un intento por mantener la unidad familiar, por extraño que sea el método, procura no caer por el precipicio emocional mientras camina con toda su buena intención por la cuerda floja. Todo ello propicia un escenario para el lucimiento de los actores en su justa medida que no resulta artificioso. Y no sé cómo lo han conseguido ya que tiene todos los elementos para que lo más fácil sea fracasar en el intento.

Dejando todo esto a un lado, lo que más me ha gustado ha sido la estructura del guión. Sin adelantar nada relevante puedo decir que un marco clásico como dos escenas paralelas en momentos diferentes (una rueda de prensa y un fin de semana en la casa del lago) nos colocan en un nuevo año y en un nuevo momento dele studio. Se utilizan varios "trucos" narrativos y hasta tópicos bastante clásicos. Todo en el desarrollo del guión es muy clásico. Hasta me recuerda en muchos aspectos a las primeras temporadas de El ala oeste de la casa blanca (salvando las distancias). Quizá el hecho de que todo funcione tan bien provoca ese recuerdo. Con eso lo digo todo.


Para finalizar, comentar que merece mención especial el cartel de la tercera temporada, dónde vemos a los tres protagonistas sobre un suelo cubierto por el juego Twister.

Eduardo Iribarren
@Eduarlittle

1 comentario:

  1. Afortunadamente, ya después de una larga espera, tenemos la cuarta temporada aquí. Pocas historias que hablen de la sexualidad, y que sean reales han sido tocadas de manera tan pública como lo hace Masters of Sex. En lo personal me ha parecido una gran producción que cuenta con un guión muy bien elaborado, además de que toca temas muy controversiales de una manera delicada y original. No puedo esperar a ver lo que nos depara en la cuarta temporada.

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