Este artículo contiene
spoilers de la primera aventura que nos ha dado esta novena temporada.
La vuelta del Doctor siempre es
un acontecimiento que celebrar, por algo es la serie más longeva de la Ciencia
Ficción, con ya más de 50 años a sus espaldas. Aunque como el aficionado más
versado sabrá, hubo unos años de parón y ahora estamos comenzando la novena
temporada de los que sería su segunda andadura, lo que se conoce como Doctor Who 2005, año en que volvió a la
vida de los ingleses (y a nuestros corazones Whovians) de la mano de Russel T
Davies, pero bueno, que me lío. El caso es que el pasado 19 de Septiembre
empezó la novena temporada de esta nueva etapa, segundo año del Doctor Capaldi,
y quinto año de Steven Moffat como showrunner,
y la verdad es que no podría haber empezado de forma más espectacular; y es
que, como si de una season finale se
tratara, la historia reúne a los dos mayores enemigos del Doctor. Por un lado
“The Master” (Missy en esta encarnación) y por otro Davros (El creador de los
mortíficos Daleks) en una aventura que nos hace pensar que estamos ante una
temporada que nos puede deparar grandes cosas.
No tan Breve Resumen:
Bueno, la historia arranca con un
prólogo que nos sitúa en medio de una guerra en la cual un niño acabará
atrapado en un campo de Manos-Mina (concepto que me parece genial y terrorífico
en el que unas manos con un ojo te agarran el tobillo y te arrastran a las
entrañas de la tierra). Ante los gritos del niño aparece nuestro héroe el
Doctor que le dice que tiene solo 1 posibilidad entre mil para sobrevivir, pero
que eso es todo lo que hace falta; le tira su “destornillador sónico” y parece
que va a salvar el día hasta que escucha el nombre del niño, ese nombre es
Davros, ante lo cual y contra todo pronóstico el Doctor le abandona.
En la actualidad (curioso decir
eso en esta serie) un ser bastante “creepie” formado por serpientes llamado “Colony
Sarff” recorre en nombre de “Su Señor” la Galaxia, buscando al Doctor para
trasmitirle un mensaje: “Davros lo sabe,
Davros recuerda”.
Por otro lado, Missy monta un
gran espectáculo congelando en el aire todos los aviones de la tierra para
llamar la atención de UNIT y reunirse con Clara, que una vez más demostrará ser
la alumna más aventajada de la clase (las companions), al deducir rápidamente
cuándo del tiempo, que el dónde es La Tierra era obvio, está el Doctor;
¿y por qué Missy busca al Doctor?
Pues al parecer porque como su mejor amigo, le ha enviado un testamento (Disco
de confesión) de lo cual esta deduce que piensa que está a punto de morir. Aquí
nos podríamos sorprender como Clara y pensar que es absurdo que el Doctor se lo
mande a Missy, pero si nos paramos a pensar, El Doctor y El Master se conocen
desde niños, fueron a la academia de Los Señores del Tiempo juntos y han pasado
por un sinfín de aventuras; aparte de que es de su especie, así que es hasta
lógico que se lo deje a Ella. Aunque, como decíamos antes, es Clara la que
deduce dónde encontrar al Doctor en la víspera de su muerte, no donde hay
problemas, sino donde hay una fiesta.
Así llegamos a la maravillosa
presentación de este Doctor eufórico de la Novena temporada, mientras Missy le
dice a Clara que busque sutiles anacronismos, Peter Capaldi se nos aparece
subido en un tanque, aporreando una guitarra eléctrica, con unas gafas de sol
en una ciudad del medievo, y haciendo que todos los que le rodean griten
“Dude!”. Puede que uno se sorprenda como Clara de ver a un Doctor que de
abrazos y haga este tipo de locuras, pero como él mismo dice ante su inminente
muerte.
“El día anterior llevaba pajarita, el día antes de ese una larga
bufanda. Es mi fiesta y todo lo que una vez fui está invitado”
Colony Sarff les había seguido y
obliga a un Doctor avergonzado por haber abandonado a aquel niño a ir a
reunirse una última vez con Davros, a lo que se suman Missy y Clara. Todos son
llevados a un satélite hospital en el espacio, pero pronto descubriremos que no
es lo que parece, sino que es Skaro, el planeta de los Daleks, donde éstos han
ido recuperando su poder. Los Daleks, mientras el Doctor esta impotente junto a
Davros mirándolo por una pantalla, “exterminan” a Missy y después a Clara, y
con este panorama acaba el primer episodio.
Como ya suponíamos, ni Clara ni
Missy están muertas sino que se teletransportaron.La “Time Lady” nos lo cuenta
de una forma original, haciendo un símil con una historia “clásica” del Doctor
donde Moffat se sirve para explicarnos de forma muy original como escaparon, y
de paso como sobrevivió Missy al final de la temporada ocho. Una vez
establecido esto van a las cloacas, que para los Daleks son también los
cementerios, y es que estos no mueren, pero con la edad dejan de ser útiles y
son desechados como una masa negra llena de odio a todo, sobre todo a los
suyos. Sirviéndose de ellos Missy captura a un Dalek e introduce a Clara dentro
(Clara Dalek de nuevo!) de esta forma descubrimos que hay palabras que los
Daleks no pueden decir al no estar en su vocabulario, como su nombre propio que
cambiarían por “Dalek” o amor que cambiarían por “Exterminar”.
Por su parte El Doctor ha echado
a Davros de su silla e intenta que le den respuestas de donde está realmente
Clara, aunque pronto es capturado por Colony Sarff y llevado ante Davros de
nuevo, y aquí es donde mantienen varias conversaciones de lo que significa ser
el Doctor, y de si la compasión es o
no es un error, y si acabará por destruirle al dejar claro el Doctor que aun
pudiendo fácilmente, no cometería un genocidio Dalek.
“No he venido aquí porque me avergüence, un poco de vergüenza no hace
daño a nadie, he venido, porque estas enfermo y me los has pedido…”
Poco después es donde descubrimos
el plan secreto de Davros que no tenía en su agenda morir, sino aprovecharse de
la compasión del Doctor para, usando su energía regenerativa, salvarse a él y
de paso volver más poderosos a todos los Daleks, a los que estaba unido como
soporte vital. El problema es que no pensó que esto también le daría energía a
los de las “Cloacas”, que como el Doctor sí tenía pensado, volverían muy
cabreados y en medio de la revuelta ellos podrían escapar. Así que se va con
Missy, que había venido para ayudar, y por el camino encuentran al “Dalek
Clara”, y Missy intentará engañar al Doctor para que la mate. Finalmente al ver
compasión en ese Dalek el Doctor descubre que algo pasa y salva a Clara,
mientras obliga a Missy a darse a la fuga. Y esto es todo. Cuando los Daleks
les intentan disparar el campo de la TARDIS (no tan destruida como ellos
pensaban sino que se había redistribuido) les protege y…
"Ah, same old,
same old. Just the Doctor and Clara Oswald in the TARDIS!"
Pero aún quedaba algo por aclarar
¿Cómo ese Dalek conocía una palabra como “compasión”? ¿Cómo Davros pudo haberle
trasmitido esa enseñanza? y es aquí cuando el Doctor vuelve atrás en el tiempo
para salvar al niño Davros de ese campo de minas, no para salvarle a él, sino
para salvar a Clara (Paradoja al canto).
Y así concluye esta aventura, que
en mi opinión se sitúa casi en lo alto del Podio de esta nueva era del doceavo
Doctor, y es que tiene a Missy que es un personaje arrollador (y que junto a
Clara forma un imposible dúo cómico), tiene Daleks que siempre da puntos, y
tiene a un Capaldi desatado dejándonos grandes frases y concluyendo una
evolución hacia un Doctor menos arisco, que diría que empezó a mitad de la
temporada pasada, y que se terminó de consolidar en el Especial de Navidad.
Curiosidades:
Las imágenes antiguas que salen en el primer capítulo son del Cuarto
Doctor, del serial “Genesis of the Daleks” de donde bebe Moffat para contarnos
esta historia.
Es el primer capítulo que dirige Hettie McDonald desde Blink (2007)
para Doctor Who y yo diría que le sienta muy bien a la serie.
Al comienzo del primer episodio sale La Proclamación de Las Sombras
creadas por Russel T Davies, es la primera vez que se hace referencia a ella
desde que Steven Moffat es el Showrunner de la serie. En este comienzo vemos
también varios extraterrestres en lo que parece un homenaje a la cantina de Mos
Eisley de Star Wars .
“Not dead, back, big
surprise, never mind.” Con esta simple frase se nos informa que Missy no
estaba muerta, y es que si es algo que todos sabíamos, ¿para que complicarse?
¿Adios al destornillador sónico?: El Doctor al final dice que como le
estropea la chaqueta lo ha cambiado por unas gafas de sol con tecnología
wearable…esperemos que sea pasajero.
Parte de este capítulo se rodó en España, en Tenerife (Islas Canarias)
Fernando Arriaga (@Sproket82)
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