jueves, 29 de octubre de 2015

AHS Hotel 3: "Mommy"

Además de fantasmas, asesinatos sin fin y vampiros, esta temporada no para de hacer ahínco en las relaciones entre padres e hijos. Buena vía para otorgar profundidad a los hechos, contar historias y dramatizar y retorcer todo un poquito más. Si hay que ser sádico, terrorífico y macabro no hay que tener tabúes, y mucho menos con la familia, fuente de amor o de innumerables humillaciones.

Tras haber presentado ya a casi todos los personajes principales, en este capítulo se encauzan las tramas. Las historias cobran un rumbo y los personajes un propósito. Sin embargo aún nos queda algún gran protagonista por conocer.


Por un lado tenemos a Tristan, modelo inmaduro y caprichoso de quien se ha encandilado la Condesa. La semana pasada olvidé mencionarlo entre las figuras relevantes. Perdón por mi olvido, pero después de retratar a diez personajes estaba claro que alguno se me iba a quedar en el tintero. A este inquilino del hotel lo interpreta Finn Wittrock, la gran adquisición de la temporada pasada y a quien queremos seguir viendo cómo disfruta matando. Al comienzo del capítulo vemos cómo su despreocupación y ligera locura le hacen buscar al fantasma de Mr. James March, de quien se declara fan y con quien coincide en su disfrute por el asesinato cruel. Ambos tienen ahora un propósito del que Tristan puede hacerse cargo, y es evitar que Will Drake, nuevo propietario del hotel, reforme el mismo y descubra la cantidad de trampas macabras que éste contiene.

Pasando a la Condesa, el personaje con más fuerza debido a las sorprendentes dotes de actriz de Lady Gaga y su presencia ayudada por su poco convencional físico, vemos que ésta se encuentra entre Tristan y Will Drake. Por un lado el primero es su nuevo capricho, su nuevo amante y compañero de masacres y festines, por otro lado el señor Drake es su próxima víctima, pero no quiere simplemente matarlo, ha de hacerse con su fortuna primero, de ahí que los planes de Tristan y Mr. March tengan que esperar.


Continuando con el amor hacia los hijos, la pediatra Alex se marca un soliloquio que por duro que sea es una realidad que muchas mujeres no se atreven a decir en voz alta, y es que su amor hacia su hijo puede ser mayor que al que siente hacia su pareja o hacia otro hijo. Ahora se ve obligada a ir al hotel para ponerse en contacto con su marido y terminará encontrando a quien tanto tiempo ha echado de menos, el motivo por el que fracasa su matrimonio y por quien perdió la cabeza e intentó suicidarse.

El detective Lowe, el marido de Alex, se está volviendo loco y no es para menos en el hotel. Si no se encuentra un fantasma, una presencia, aparece un hombre lleno de sangre que se abalanza sobre él y dice haber matado a una mujer o, tras seguir investigando a su asesino en serie particular, la eterna yonqui Sally le dice algo que parece relacionarla con el criminal. En una gran escena de seducción y terror en el ascensor, el detective termina desquiciado al presenciar la desaparición de su detenida.

Para cerrar el círculo, sigamos con Sally quien por fin parece poder librarse de su compañera y némesis en el hotel y persona a la que más detesta, Iris, la madre de Donovan. Una quiere ayudarla a morir y la otra ayudarla a irse. Algo saldrá mál y como la propia Sally dice al terminar el episodio: “Hay algo de retorcida justicia poética en todo esto”.

Sí, he llegado al final del episodio pero había anunciado la aparición de un nuevo personaje principal y he decidido dejarlo para el final del artículo.

Echábamos de menos a Angela Basset, la eternamente joven diosa de ébano. Por fin nos la encontramos en la piel de Ramona Royale, una estrella de películas de serie b de los años setenta. En este punto es cuando la serie usa uno de sus trucos cómicos, exagerando un estereotipo al más puro estilo Tarantino, mezclando la música funky, las películas cutres con una versión femenina de lo que pudo ser el Drácula negro, y la imagen y recursos de realización de aquel cine violento y divertido, creando así un personaje que a mí me recuerda mucho, muchísimo, a la actriz Pam Grier. Esta reina como se autodefine, entra en la historia a través de Donovan y descubrimos que tiene un pasado en común con la Condesa y sed de venganza.


He de decir que ver juntas en pantalla a Lady Gaga y a Angela Basset con toda su fuerza casi hace estallar la pantalla de mi televisor por caro que éste sea. 

Eduardo Iribarren (@Eduarlittle)

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