Tarde llega esta reseña porque
tarde he visto el capítulo. El último capítulo del Doctor “Before the Flood” es
la conclusión que la historia comenzada en “Under the lake”. Pero en contra de
lo que pronosticaba después de ver ese capítulo, al final no me ha parecido una
historia alargada, sino una muy curiosa de paradojas temporales “timey wimey” que
se nos marca de vez en cuando El Doctor.
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Cartel promocional del capítulo |
Al principio del capítulo El
Doctor aparece explicándonos en un inserto una historia. Algo así como que si
un viajero del tiempo muy fanático de la obra de Beethoven fuera a visitarlo y
descubriera que él y su obra habían sido borrados de la historia, si este
decidiera reconstruir todas sus sinfonías y presentarlas al mundo, de este modo
él se convertiría en Beethoven y la historia continuaría sin casi alteraciones.
En ese caso, ¿Quién sería el verdadero compositor de la obra de Beethoven?
¿Realmente fue borrado Beethoven o fue él siempre el compositor?
Después de esto el capítulo
continúa donde lo habíamos dejado con Bennet, O'Donnell y el Doctor siendo
llevados por la TARDIS a Escocia, antes de que la nave partiera, es un transporte
funerario y aun no tiene los códigos en su pared. Prentis, Director de la
funeraria que es el primer fantasma aún está vivo y nos explica que el muerto
es el El Rey Pescador, líder de una
raza extraterrestre que invadió su
planeta en el pasado, y que él no tienen ninguna tecnología para mandar esa
señal, al darse cuenta El Doctor de que puede que el Rey Pescador no esté tan muerto corre a la Tardis a hablar con
Clara.
Mientras en la nave del futuro
descubrirán que el mensaje del Doctor fantasma es diferente al de los
anteriores, lo que el repite es una lista de pasajeros que pronto descubriremos
que es en el orden que han fallecido. Al explicarle esto por vía telefónica al
Doctor del pasado él dice que es el futuro y que va a morir y que no puede cambiarlo,
aunque le promete a Clara que lo intentará mientras el futuro sigue su curso,
ya están las letras y el funerario es asesinado por lo que parece que los
acontecimientos se desarrollan para unirse al futuro que conocen.
Como siempre en estos casos de futuro
inmutable, en el que el Doctor parece que tiene que morir, como en La boda de River Song, había trampa y las cosas no eran lo que
parecía sino que en esta ocasión el fantasma del Doctor era un holograma creado
por el propio Doctor para darse el empujón necesario para cambiar el pasado al
pensar que Clara era la siguiente que iba a morir. Esta es la paradoja que nos
quiere presentar el capítulo ya que al Doctor solo se le ocurre mandar el
holograma al futuro una vez que lo ve desde el pasado, uniendo esta resolución
con la historia del verdadero creador de las partituras de Beethoven con la que
arrancaba el episodio.
En conclusión un cuarto capítulo
con muy buen bien nivel que incluso eleva el de su predecesor y que hacen que
esta novena temporada tenga uno de los mejores arranques de la serie en esta
etapa moderna.
Fernando Arriaga (@sproket82)
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