viernes, 6 de noviembre de 2015

AHS Hotel 5x05: "Room Service"

Baño de sangre para todos. En una época en la que los zombies se han apoderado del mundo fantástico y se les ha dotado de hasta explicación científica, el imaginario vampírico no iba a ser menos. Desatándose de los dañinos lazos más adolescentes e inmaduros, la sed de sangre regresa de un modo más patético y atractivo, doloroso y libertino, nada que ver con las historias que nos habían inundado antes de que la mencionada ola zombie arrasara con todo el inconsistente mundo de los vampiros ñoños.

Tan sencilla como inteligente es la resolución al problema que no por primera vez nos ofrece esta serie frente al dilema de si desarrollar el especial de Halloween el capítulo antes de la fecha señalada o el posterior. ¿Por qué no aprovechar la ocasión y hacer dos? El año pasado disfrutamos de los episodios de Edward Mordrake, mientras que en esta temporada hemos disfrutado de dos capitulazos que no conforman una unidad dividida en dos partes. Así que si bien en el último capítulo disfrutamos de una noche “mágica”, ahora veremos disfraces y calabazas.

Anteriormente habíamos visto como Alex había sucumbido a la oferta de la Condesa para dejarse infectar y hacerse inmortal. Así podría acompañar a su hijo en la eternidad a cambio de servicio y fidelidad a su rubia creadora. La pediatra comete el error de intentar curar a un paciente con un poco de su sangre a través del suero. Ese error conllevará el inicio de una epidemia convertida en masacre que no sabemos hasta qué punto llegará ya que los niños con síndrome de abstinencia y sin guía pueden cometer actos atroces como devorar a sus padres para sentirse bien y ni pestañear.

Alex dándose un atracón de sangre
Me han venido a la cabeza las palabras que el viejo profesor en la obra maestra de Roman Polanski El baile de los vampiros dice al final de la película, venían a ser algo así como: “yo no sabía que escapando juntos ayudaría a la propagación de ese mal”. Otra referencia que no he podido apartar de mi mente es un acto que se produce en multitud de ocasiones en las Crónica vampíricas (la genial saga de libros de Anne Rice, no la horrible serie), un beso en el que el vampiro se hace un corte en labios o lengua para transmitir su sangre a su pareja gozando ambos con mayor lujuria. Sin alejarnos de esa obra, más bien de su adaptación a la pantalla, cuando la clase entera de niños se echa sobre un profesor para devorarlo en un plano cenital, he recordado la dramática escena que en Entrevista con el vampiro observamos en el Théâtre des vampires cuando los demonios se ciernen sobre la joven inocente y desnuda. Casi enloquezco de placer con toda esa historia.

La Condesa interpretada por Lady Gaga
Iris recién convertida por su hijo puede servir de herramienta para éste y Ramona Royale a la hora de vengarse de la Condesa como infiltrada y ya veremos qué más. Debe soportar a todos los niveles la transformación y luego hacer frente a la ama y señora del hotel cuando aparece disfrazada y que parece ataviada para un cumpleaños de Elton John, sin que ésta note el cambio en ella. ¿Lo habrá conseguido? Lo que sí sabemos que consigue es hacerse a su nueva condición y según sus propias palabras: “Es irónico cómo después de morir es cuando he aprendido a vivir”. Según mi parecer Kathy Bates nos ofrece la mejor interpretación de la serie.

Manteniendo la unión con la trama especial del episodio anterior, la cena de los psicópatas homicidas, el detective Lowe pone en aviso a su superior diciéndole que cree haber encontrado a su asesino y que se aloja en el hotel bajo el nombre de James March. Su jefe duda de su estado mental y en esta ocasión no hace la vista gorda como tras la desaparición de su hijo. Sus delirios ahora le conllevarán graves consecuencias. Su camino desde el comienzo de la serie va directo a la locura, desde el caso que llevaba del asesino en serie que lo lleva al hotel hasta las situaciones oníricas que no comprende o no recuerda como en esta ocasión junto a “Hypodermic” Sally.

Liv Taylor en su vida previa al Hotel Cortez

Por último, lo mejor para el final, como a mí me gusta, el flashback de la semana nos explica la historia de Liz Taylor, probablemente el mejor personaje de todos los que ha interpretado en esta serie el brillante Denis O´Hare. Sin duda con inspiración de una de las mejores series del último año, Transparent, Liz Taylor era un hombre de familia que gozaba usando la ropa de mujer en la intimidad y que en un alojamiento en el hotel por motivos de trabajo desata su verdadero yo empujado por la Condesa. No se llega a saber si ella simplemente lo maneja como a un muñeco, si es su juguete, si se apiada de él o lo encuentra tremendamente bello por su sufrimiento interior, pero le ayuda a dar el paso, lo bautiza y le trasforma en quien realmente es sin convertirlo en un inmortal infectado como ella. Una historia tremendamente bella que el travesti confiesa a su amiga Iris, y he de decir que cuando ellos dos juntos comparten escena nos ofrecen los mejores momentos interpretativos del Hotel Cortez.

Eduardo Iribarren (@Eduarlittle)

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